La economía costarricense pasa por un momento delicado
El desplome de los servicios vinculados a la hostelería ha agravado la situación fiscal; la cual ya arrastraba graves problemas de equilibrio antes de la pandemia. El PIB cayó un 4,5 % el año pasado, en el contexto de la crisis generada por la pandemia mundial de coronavirus.
Los cierres de empresas y el freno a la actividad en varios sectores, especialmente en el turismo, un sector clave en Costa Rica, han supuesto un duro golpe para la producción y la situación fiscal del país. Esto ha empeorado problemas previos de una economía cuyo crecimiento ya se había desacelerado en los últimos años.
La deuda pública asciende al 66,2 % del PIB. Esas cifras nos sitúan como uno de los países más endeudados de América Latina. Debiendo más de 40.000 millones de dólares. Buena parte de ese monto es deuda interna, contraída con las instituciones financieras locales.
El alto registro se ha acumulado después de décadas de elevados déficits fiscales, que continuaron al alza en los últimos años. El déficit ascendió en 2018 al 6 % del PIB y en 2019 al 6,96 %. La cifra se ha disparado hasta el 8 % en el pandemia.