¿Nueva crisis económica culpa de los bloqueos?
Los exportadores de Centroamérica se encuentran muy preocupados por los continuos cierres de pasos fronterizos en Costa Rica y Nicaragua, este año, y advierten que esto significará otro duro golpe a la reactivación de economía regional.
Las protestas en Costa Rica comenzaron el 30 de septiembre en rechazo a un eventual acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se mantienen afectando a Paso Canoas, el principal paso fronterizo con Panamá, y también a otro secundario, Guabito.
A esto se sumó la protesta que realizaron transportistas de carga en la frontera nicaragüense de Peñas Blancas por el tema de los requisitos que impusieron las autoridades, en el marco de la pandemia por covid-19, por el uso obligatorio de dispositivos de posicionamiento global (GPS) y el reducido plazo de permanencia en el país para realizar tareas de carga y descarga.
Debido al potencial de que la situación se agravara, el gobierno costarricense decidió flexibilizar los requisitos a finales del viernes pasado, pero la acumulación de carga era ya evidente.
Los países más afectados con estas paralizaciones al transporte de carga son Nicaragua, Panamá y El Salvador porque Guatemala y Honduras hacen sus envíos más por la vía marítima.
Los representantes de diversas gremiales de exportadores señalan que estos eventos restarán competitividad al sector y se aumentarán los costos de operación.
De hecho, la Federación Centroamericana de Transporte (FECATRANS) estima en $5 millones diarios de costos adicionales solamente por estar esperando en las fronteras y, en el caso particular de Costa Rica, son $104,000 en gastos adicionales diarios por unas 200 unidades que ya tienen retrasos y se le deben pagar más de viáticos a choferes.