Navidad 2020, un festejo diferente
En la situación actual, las fiestas se vuelven la traducción perfecta de cuidarnos y en cuidar a los demás.
No obstante la Navidad, es una de las festividades más importantes del cristianismo. Se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, por lo que será recordada por mucho tiempo como un festejo diferente, con rasgos profundos y espacio para la solidaridad.
Esta vez, como en pocas ocasiones, la fiesta se circunscribirá a una celebración familiar, en la mayoría de los casos de forma más austera que la acostumbrada.
Esa austeridad llega por varios factores confluyentes. Muchas personas han perdido familiares, han conocido el drama de amigos y compañeros de trabajo y han visto devastadas las economías de las personas contagiadas.
Otro factor que se suma es que muchas personas perdieron sus fuentes de ingresos. Muchos más recibieron un férreo recorte salarial. Lo que supone poco espacio para los regalos abundantes y para los ágapes costosos.
El impacto en las ventas proyectadas normalmente en épocas navideñas también daña las inversiones y proyecciones comerciales. Dando lugar al trabajo temporal que prolifera en estas épocas.
Finalmente, la pandemia no descansa a pesar de las esperanzas que arrojan las campañas de vacunación emprendidas por algunos países. Los gobiernos se plantean nuevas estrategias que compensen durante las fiestas, las restricciones impuestas por la amenaza de una segunda ola para controlar la incidencia del virus.